El artículo 2497 del Código Civil de la Federación establece:
El comodato es un contrato por el cual uno de los contratantes se obliga a conceder gratuitamente el uso de una cosa no fungible, (fungible es cosa o propiedad que se consume con el uso) y el otro contrae la obligación de restituirla individualmente, (cuando le sea requerida).
El sujeto que concede el uso sin requerir compensación es llamado comodante y el que lo recibe sin tener que dar compensación alguna se le dice comodatario El contrato de comodato es unilateral porque quien marca las condiciones del mismo es el comodante y quien tiene que respetarlas es el comodatario.
El comodato es un préstamo gratuito (comodato precario) de un inmueble, mueble, auto, moto, etcétera, donde se obliga a devolver el bien en el tiempo convenido o cuando lo requiera el comodante. Debe mantenerlo en las condiciones que se le prestó, pagar los gastos que el bien tenga y responder por los daños que le cause por su culpa.
El comodato de un inmueble también es gratuito, por lo que si se recibe un pago a cambio del uso del bien, ya no es comodato, sino arrendamiento.
Partes del contrato de comodato de un inmueble
El contrato de comodato de un inmueble debe incluir la siguiente información para poder verificar su validez fácilmente:
Cláusulas del contrato de comodato del inmueble.
Este acto jurídico debe ser lo más claro y entendible posible para que se puedan respetar las condiciones sin la necesidad de acudir a disputas legales: ambas partes deben comprender sus funciones y la responsabilidad que el comodato exige.
Responsabilidades del comodatario
Durante la duración de la obligación contraída, la persona que recibe en préstamo el bien tiene la responsabilidad de:
Si bien es cierto que se trata del sujeto pasivo y es un contrato unilateral, el comodante también tiene responsabilidades que asumir.
Dentro de los plazos establecidos en el comodato, el dueño del bien tiene la responsabilidad de:
Si quiere que cuiden el inmueble legalmente lo indicado es un contrato de comodato. Pero si quiere obtener una ganancia lo mejor es arrendarlo.
Hay que tener en cuenta que esta figura jurídica constituye una posesión precaria del comodatario: no significa que éste es el dueño mientras que dure el contrato ni puede apropiarse de él, simplemente se limita al uso y cuidado.
Asimismo, si el comodatario dejara destruir o destruyera la cosa prestada, para salvar o no arruinar una propiedad suya, debe responder por la pérdida del bien en comodato.
Ahora bien, el desgaste natural se verifica como un uso normal de la cosa, por consiguiente, no será una responsabilidad repararlo: esta obligación pasa a manos del comodante.
Por último, en ninguna circunstancia el comodatario puede retener el inmueble dado en comodato: una vez finalizado el plazo, es obligatorio devolverlo. Ω