Hay personas que cargan sobre sus débiles hombros tres sacos a la vez.
Un primer saco pequeño, fácil de llevar, el de las penas, trabajos y alegrías de un solo día; el de hoy.
Un segundo saco pesado, abrumador, el del pasado; son las que vuelven a recordar las penas del ayer, los fracasos, las heridas que sufrieron. Se empeñan en rascarlas y siempre sangran; nunca se curan.
Un tercer saco muy pesado, el del futuro. Son las que miran el mañana con miedo, esperando siempre lo peor.
Llevar hoy la carga de mañana unida a la de ayer,
hace vacilar y tambalear al más fuerte.
“Bástale a cada día su propio afán”
“Nada te turbe, nada te espante, todo pasa…” Sta. Teresa de Ávila. Ω