1. Compartir En la empresa, los valores tienen que ser conocidos pero sobretodo
compartidos por todos los integrantes de la empresa. Hacer copartícipes a los
profesionales de los valores va en beneficio de todos.
2. Comunicación La comunicación es un factor estratégico fundamental para la
empresa. Es preciso comunicar con integridad, sabiendo qué se quiere comunicar y a
quién, verificando la recepción correcta del mensaje.
3. Consistencia Unos profesionales sólidos, éticamente hablando, son una garantía
para la empresa y los clientes. En ética no se puede ser cambiante como una veleta en
función de cómo soplen los vientos. Hay que mantener un rumbo.
4. Coherencia Si es coherente en el decir y en el hacer, el profesional será más
creíble y se genera mayor confianza por parte de la empresa, los clientes y su
comunidad.
5. Consecuencia Un valor importante a considerar es la repercusión de lo que una
empresa o un profesional puede hacer o dejar de hacer. Se han de calibrar
convenientemente las consecuencias de conductas y acciones de cualquier profesional
y empresa.
6. Confianza La confianza es un valor intangible sedimentando en comportamientos
en la comercialización y en el servicio durante todo el tiempo. La confianza se basa en
la relación, empresa-personal-clientes.
7. Compromiso En tiempos líquidos, gaseosos, volátiles e inciertos, el compromiso
parece que es poco frecuente. En términos empresariales se suelen utilizar el orgullo y
el sentido de pertenencia o engagement, el hecho de “querer” a la empresa. Sentir los
colores, estar vinculado, ser muy “corpo” (corporativo, de la empresa), “ponerse la
camiseta de la empresa”. Ω