En la década de los 70 del siglo pasado el Dr. McLean publicó su teoría de que el ser humano
actúa con “tres cerebros” Neocortex, Límbico y Reptiliano. Estos sistemas detonan nuestra
conducta desde el punto de vista neurológico y en función de lo anatómico.
El neocortex llamado así porque es una laminilla de materia gris que cubre ambos hemisferios, por
lo tanto es el racional.
El límbico es el emocional o anímico.
El reptiliano o reptil, es el primitivo, instintivo, el de supervivencia, es el que nos prepara para
atacar o huir. Claramente influye en lo referente a nuestra familia, pues se proyectan nuestros
genes.
Neocortex, antes de actuar analiza sin dejarse influenciar por estados de ánimo, y fríamente todos
los pros y contras de cada situación que se presenta.
Límbico, influye en la motivación humana para inducir conductas. Cuando creemos amar a
alguien y somos cuestionados, respondemos: “El corazón conoce razones que la razón
desconoce”.
Una institución de ahorro inició una campaña para captar clientes papás de niños con un poster
que tenía la imagen de lo que creían que el niño deseaba y abajo columnas de depósitos y retiros,
al final la frase: “Un hijo es una pregunta que hacemos al destino” No obtuvo resultados positivos.
La reanudó con volantes de media carta con una frase en letras grandes: “Señor(a) hágale un
valioso regalo a su hijo; una cuenta de ahorro para que aprenda a ponerse metas en la vida y
luche por conseguirlas” abajo el espacio para colocar la foto de lo que el niño quería. Esta
comunicación dio buen resultado. La segunda manejó emociones y sentimientos, (Esto
actualmente se le llama venderle a la mente, no a la gente). Recomendable no tomar decisiones
enojado ni contento.
Reptiliano o reptil, de acuerdo al psicólogo social Clotaire Rapaile, el reptil para que no siempre
nos gane, debe ser controlado por la moral.
Nos refiere que el 19 de julio de 2006, disputaban la final del mundial de futbol soccer Italia y
Francia, en el Estadio Olímpico de Berlín, cuando en el tiempo extra en el minuto 110 Zinedine
Zidane da un brutal cabezazo en el pecho al italiano Marco Materazzi, siendo el francés expulsado
de inmediato. Días después, Zidane confesó que Materazzi lo agredió con insultos a su hermana y
a su madre, esto lo sacó de quicio.
Esta acción nos recuerda la frase “Soy buena persona, puedo comportarme como una oveja, pero
si atacan a mi familia me convierto en leona salvaje”
No todo lo que hace el ser humano es racional.