MOTIVAR AL PÚBLICO...

 

 

Por FEISAN TESTA

 

Idea, todo comienza con una idea y la forma en que se transmite a los demás  influye en el éxito o fracaso de la misma en su implementación. El mensaje debe ser sencillo, impactante, claro, creíble, que tenga una historia para que no se olvide y que sea emotivo.

 

Sencillo, que exprese el corazón de la idea en pocas palabras, que contenga un proverbio, un axioma o una frase corta.

 

Impactante que llame la atención de inmediato, puede ser incluso quemando con precaución la hoja donde se mencione el problema o rompiendo el comunicado que expresa el problema o la amenaza.

 

Claro, como es la realidad, sin tapujos ni palabras poco usadas y que la mayoría desconoce su significado, simplificar pero no tanto, que tampoco el público es tonto, mencionar ejemplos, comparando realidades conocidas con cosas desconocidas, por ejemplo explicar cómo es una catapulta a personas que nunca han visto ni siquiera un dibujo de ella. Cristo se comunicó por medio de parábolas, es decir con ejemplos de hechos conocidos o cosas comunes para mostrar los desconocidos y extraordinarios, “Era un hombre rico que tenía dos hijos...”

 

Creíble, ofrezca detalles, utilice ejemplos de personalidades o anti personalidades, que den certeza, muestre gráficas, de barras o tipo pastel que son fáciles de ver desde lejos.

 

Historia, todo mundo recuerda una leyenda, un cuento interesante, el mensaje detrás de la narración, como en el libro “El Principito”, tengamos una historia distinta para cada mensaje.

 

Emotivo, La madre Teresa de Calcuta apelaba más a las emociones que a la razón. La gente es más propensa a ayudar cuando se maneja el aspecto de la persona en apuros y no cuando le hablamos en términos filosóficos. La mayoría quiere identificarse con un grupo que hace el bien y tiene valores morales.