FINANZAS PERSONALES, 1 de 2

Por E. Caballero Sanmartín

 

“Una bolsa pobre es más fácil de curar que de soportar” George S. Clason”

 

Existe mucha información al respecto pero hoy vamos a enfocarnos en un punto distinto y al alcance de la mayoría de los lectores. La importancia del dinero en nuestras vidas es innegable, por lo tanto, es necesario:

Comenzar a engordar la bolsa, controlando los gastos. Haga una lista que contemple por mes:

 

a)    Los gastos de alimentación, farmacia, artículos de limpieza personal renta de la vivienda, gas, teléfonos, luz, gastos personales para obtener los ingresos como gastos de auto, pasajes, comidas fuera, etc.

 

b)    Abonos a las tarjetas de crédito u otras deudas y a no contraer nuevas, (El aumentar las deudas, es aumentar los intereses por pagar y los abonos mensuales, sería como cavar un hoyo cada vez más hondo y por lo mismo mucho más difícil de salir), una cantidad predeterminada para pagar diversiones y vacaciones, cuánto guardar para el logro económico anual, (ampliación o mantenimiento mayor o remodelación de la vivienda propia; el enganche para casa o departamento, adquisición o cambio a un mejor auto, etc.).

 

c)    Cuánto guardar para imprevistos, descomposturas de la casa del mobiliario, del auto, enfermedades leves en la familia o cuánto pagar en seguros que cubran imprevistos como enfermedades y tratamientos médicos menores.

 

d)    Cuánto invertir a mediano y largo plazo para asegurar un ingreso seguro a futuro, sugieren los especialistas que no sea menor al 10% de los ingresos. 

 

A la suma de los ingresos, restar la suma de los egresos de la lista anterior, probablemente el resultado sea negativo, y precisamente esa es la cantidad que necesita obtener para satisfacer sus necesidades económicas. Aquí es donde entra su imaginación para dar con el cómo obtenerla: Horas extra, un segundo trabajo, iniciar un negocio, vender a comisión algún producto entre sus conocidos y si está en ventas, cuánto debe aumentar su producción y qué debe hacer para lograrlo; o disminuye los gastos sin llegar a una mala aplicación de “Austeridad Republicana” que ocasiona frustración e insatisfacción.

 

Si no quiere salir de su zona de confort puede hacer la siguiente repartición del ingreso actual:

30% para gastos de alimentación, farmacia, artículos de limpieza personal.

30% para la renta de la vivienda, gas, teléfono, luz, gastos personales, ahorro para imprevistos.

30% para el pago de deudas, diversiones, vacaciones y ahorro para el logro económico anual.

10% para inversiones a corto, mediano y largo plazo.

Tal vez el ingreso actual no le alcance para cubrir los gastos ya reducidos, aún bajando su nivel socio económico familiar.

 

En cualquier resultado negativo debe salir de su zona de confort y utilizar la imaginación para poder cubrir todas sus necesidades económicas enlistadas.

 

“¿Qué es más molesto salir de la zona de confort o no tener el dinero suficiente?”  Ω